El pasado domingo se dio el pistoletazo de salida a las Races Trail Running con la primera prueba en Hoyo de Manzanares y no pudo empezar de mejor manera, el cielo amaneció despejado y presagiaba un gran día.

Sol, 14° y ausencia de viento, un escenario idílico para soltar las piernas por el Parque Natural de la Cuenca Alta del Manzanares, 12km con 300m de desnivel positivo que distribuía senderos, veredas, pistas, trialeras a lo largo de un trazado ideal para expertos y asequible a principiantes, la clave del éxito de estas pruebas, ágiles, nerviosas, divertidas, con las que adidas y El Corte Inglés pretenden acercar el trail y las carreras de montaña a todos

La participación femenina superó el 20% y eso demuestra que si se hacen carreras asequibles con tiempos de paso no muy estrictos las mujeres nos animamos a participar, sin duda uno de los puntos fuertes que tiene este circuito desde mi punto de vista

El podio femenino estuvo copado por la ganadora del circuito Races Trail Running 2013, Mercedes Pila, la doble olímpica estonia Jane Salumae, y Pilar Cantos.

El más rápido fue  un debutante en la disciplina, aunque con un pedigrí atlético contrastado, el campeón de España veterano de la milla, Isidoro León. Aventajó a un campeón de España y de Europa (por equipos) como Vicente Capitán y al local Jesús Rodríguez.

Este es el enlace si quieres ver las clasificaciones

En esta ocasión como ya hiciéramos en las ediciones pasadas, Avernotrail, estuvo en la carrera y  Aquí os dejamos la crónica de nuestra compañera Noelia.

«Es la segunda vez que participo en una de las carreras organizadas por la Races Trail Running, ya el año pasado tuve la oportunidad de estar en la que se organizó en la Pinilla, bastante más dura en cuanto a desnivel que está de Hoyo de Manzanares del pasado domingo.

La de Hoyo la conocí hace dos años cuando vine como espectadora, y si me llegan a decir que algún día yo sería la que traspasaría la meta de una carrera de montaña no me lo hubiera creído.

Amaneció un domingo espectacular, por lo que ya se preveía que iba a ser un gran día, teniendo en cuenta que el encanto de las carreras de montaña para mí ahora mismo es poderlas compartir con mi grupo de entreno, que desde hace ya bastante tiempo se ha convertido en un grupo de grandes amigas que disfrutamos a lo grande del monte y de la compañía.

A las 8.30 habíamos quedado en la zona de recogida de dorsales para evitar jaleo, ya que por el número de corredores inscritos (más de 1000 corredores), pensamos que quizás habría follón para recogerlos, pero para nada, los recogimos sin problema, incluso nos dejaron recoger los de Bárbara, Anita y Maribel diciendo su DNI, algo que se agradece a la organización, ya que en alguna otra carrera hemos intentado recoger el dorsal de alguna compi que faltaba por llegar y no nos han dejado.

A las 10 en punto se da el pistoletazo de salida y allá vamos todos los corredores saliendo como podemos ya que somos muchos y hasta que cada uno vaya cogiendo su ritmo no queda de otra que ir trotando despacio. Al ser una carrera corta de 12 km se nota que hay mucho corredor de asfalto y se les ve nerviosos por salir como una bala, incluso uno de ellos levanta a María prácticamente en volandas para apartarla y pasar, que el resto pensamos – pues majete haberte colocado de los primeros- pero bueno mera anécdota.

Salimos desde el centro del pueblo durante un kilometro aproximadamente de asfalto y nos encontramos con una subidita pronunciada que termina con un puesto de avituallamiento de agua, lo que me parece un detallazo y puntazo por parte de la organización para que el que quiera refrescarse tras la subida y calentamiento del inicio.

Tras esta subida viene una bajada muy chula que disfrutamos a tope, y a partir de aquí comienza a disgregarse la gente, por lo que se agradece para correr a gusto.

Algo que no me gusta en general en las carreras, aunque creo no suele ser habitual en carreras de montaña, sino más bien de asfalto y cortas, es que se vaya indicando cada km, uno por uno, me parece un poco tortura para el corredor, por lo menos en mi caso lo es, ya que prefiero no mirar reloj, ni saber el tiempo que llevo, sino disfrutar del entorno y del ejercicio, y sobre todo si me encuentro bien físicamente. En este caso, por el contrario, no me resulto tan tortuoso, me encontraba bien, y parece que se me hicieran cortos los km por lo que cuando llegaba el siguiente cartel me resultaba satisfactorio pensar – ¿ya otro km? – parece que se me pasaron rápido 😉

Me encanto el corredor con dorsal 1074, un chico ciego, acompañado de dos guías unidos los tres por una barra, la alegría que se reflejaba en su cara no se me olvidará, uno de los guías grito su nombre pero ahora mismo no consigo recordarlo. Todo un ejemplo para el resto y me quito el sombrero por esos guías que le acompañaron y guiaron tan estupendamente hasta meta.

En los últimos kilómetros, Maribel, Bárbara y yo, que hemos ido juntas toda la carrera, aunque en muchísimos tramos ellas siempre más adelantadas que yo, que todo hay que decirlo, nos ponemos a charlar sobre otras carreras y aminoramos un poco el paso, por lo que nos pasa un señor que nos dice – vamos que no es momento de reducir, ya lo tenemos casi hecho – y tiene toda la razón, no es momento de charla, ya tendremos tiempo cuando entremos en meta.

Todo el recorrido ha contado con una muy buena señalización, terreno muy agradable para entrenar, y destacar por supuesto la labor de los voluntarios por sus gritos y palabras de ánimo, que dan una fuerza increíble cuando pasas a su lado o por algún punto de avituallamiento. De hecho el participar como voluntaria en una carrera es algo que tengo pendiente, porque me parece tan buena labor la que realizan que en alguna ocasión me gustaría estar al otro lado y vivir esa experiencia.

En general, mi enhorabuena a la organización, me ha parecido que ha estado todo muy bien organizado, salvo por un pequeño detallito y es que al día siguiente al ir a mirar las clasificaciones por más que busque mi nombre y apellidos no conseguí localizarme, por lo que o mi chip estaba mal o se han olvidado de anotar mi entrada en meta, menos mal que hay pruebas fotográficas que demuestran que estuve allí jejeje y que pude entrar de la mano de Maribel y Bárbara, muy orgullosa y contenta de haber compartido recorrido con ellas y llegada a meta las tres juntas. Después de mandarles un  correito parece que lo están solucionando 🙂

Tras reponer fuerzas con un poquito de agua y fruta, nos fuimos a esperar a Anita y a María, a las que dejamos sordas con nuestros gritos de ánimo cuando llegaron, unas campeonas, a las que hay que repetírselo más veces, a ver si se lo creen ya 😉 «

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