Nuestra compañera Ana Triviño nos trae hoy lo que ella llama su «recuperación activa» que no es ni mas ni menos que el Bikram Yoga, pero mejor os lo cuenta ella 😉
Hoy quisiera compartir con vosotros una forma de “recuperación activa” para los que practicamos deporte de forma habitual, que en mi caso son las carreras de montaña y de asfalto, principal motivación por la que entreno generalmente 4 días a la semana, siendo necesario el descanso entre sesiones.
En esos días de recuperación y obligado descanso practico Bikram, una disciplina de yoga que, para quien no lo sepa, consiste en realizar 26 asanas (posturas) y 2 ejercicios de respiración, en una sala a 40 grados de temperatura y humedad del 40%, imitando las condiciones de la India, de donde es su creador Bikram Choudhury.
Comencé a practicar hace 7 años, gracias a un excelente yogui y emprendedor, con el que compartía la afición al running y que en la actualidad lidera una cadena de centros muy populares en Madrid y resto de España.
Tras superar la primera semana de prueba yendo cada día, decidí practicar 3 ó 4 veces por semana, porque notaba una sensación distinta de mi cuerpo después de la clase, especialmente de estiramiento y relajación, en una palabra: bienestar.
Al principio, suponía todo un reto porque, aunque las posturas no son difíciles de realizar, sí lo es hacerlas con calor y humedad, durante los 90 minutos que dura la Práctica. Lo aconsejable es hidratarse bien antes y después, si bien, puedes beber agua en ciertos momentos, cuando te lo permite el profesor que dirige tu clase y tu cuerpo, de forma que debes confiar en él y dejarte llevar para lograr llegar hasta el final disfrutando.
También es recomendable no abandonar la sala en ningún momento de debilidad que puede aparecer por el calor. Si así fuera, debes sentarte y respirar, poco a poco te recuperarás. Otra cosa importante es mirarte al espejo y concentrarte al máximo en cómo trabaja tu cuerpo siguiendo el “Diálogo” del profesor, quien te va marcando en todo momento cómo debes realizar cada postura. Con la práctica, he llegado a experimentar esta concentración desde mi interior fijando la mirada en un punto fijo, como si estuviera sóla, en una auténtica fusión cuerpo-mente y olvidándome del calor por completo.
Las asanas se van sucediendo en una secuencia medida y ordenada, de forma que la siguiente complementa a la anterior y se realizan 2 veces, profundizando más en la segunda.
Aquí os muestro algunas y sus beneficios:
“Media Luna con manos en los pies”, son 3 partes y es una de las posturas de calentamiento, aumenta la flexibilidad de la columna vertebral, trabajas los sistemas óseo y circulatorio, reafirma cintura, abdomen, glúteos y muslos, gran estiramiento de los músculos posteriores de las piernas.
”Postura de la Incomodidad”, fortalece y tonifica brazos, piernas, tobillos.
”Postura del Equilibrio”, activa la circulación cardiovascular, trabaja sistemas nervioso y circulatorio, gran estiramiento y fortalecimiento extremidades inferiores y superiores.
Con las 2 siguientes, estás en la mitad de la clase, tu cuerpo ya está lo suficientemente caliente como para hacer la postura máster “Triángulo”. Principalmente son de gran estiramiento de piernas y espalda aumentando la flexibilidad de caderas y fortaleciendo toda la columna vertebral.
“Frente toca rodilla” es una postura de compresión, regula la función tiroidea, páncreas y riñones. Estira parte posterior de las piernas. Aquí Bikram dice: “sonríe que es más fácil” ☺ y así es.
De suelo, “Camello” es la postura máster de suelo por ser la más emocional. Emergen sensaciones de tu interior, pudiendo llegar hasta a llorar, aunque con el sudor nadie lo notaría 😉
Aumenta la movilidad de hombros, abre y fortalece el tórax, pulmones y sistema respiratorio.
Y “Conejo” es la contrapostura, con la que estiras y fortaleces la columan vertebral (por eso decía que van en secuencia ordenada). Debido a la compresión, se estimula la tiróides y regula el sistema hormonal.
En “Frente toca rodilla con estiramiento” fortaleces y estiras los tendones posteriores de la rodilla e isquio, alivias la compresión de la columna y ciática.
La última postura de la serie y de esos ejemplos, es la “Torsión” y tu cuerpo está completamente preparado para hacerla. Estira la columna vertebral, hombros y cuello, aliviando dolores de espalda, ciáticos y cansancio. Regula el líquido sinovial de articulaciones, masajea los órganos internos.
Como comenté anteriormente se hacen 2 respiraciones: la primera se llama “Pranayama” y se realiza al inicio de la sesión. Te relaja y abre pulmones, ejercitando y estimulando los sistemas nervioso, respiratorio y circulatorio, preparándote para la práctica. Y la otra se hace al final y se llama “Kapalbhati”. Es una respiración abdominal que fortalece la pared abdominal y desintoxica los pulmones.
Estaréis de acuerdo conmigo en que con tanta postura de estiramiento y compresión, y con constancia, los beneficios tienen que notarse. Además el calor es terapéutico y necesario porque ayuda al calentamiento de tu cuerpo para favorecer la flexibilidad y alcanzar un mayor rendimiento. Una vez que conoces las posturas, puedes realizarlas tú mismo en cualquier lugar. Más de una vez, las practico cuando termino alguna carrera, para relajarme y estirar bien.
“Postura de Equilibrio” y “Frente toca suelo”, en la estación de Canfranc después de terminar una de las carreras del Festival Internacional del Trail.
Además, la práctica diaria me ha ayudado a llevar mejor el confinamiento de estos duros meses en casa. Una hora ½ de práctica de asanas, pura terapia para tu cuerpo-mente, sólo hay que tener paciencia y constancia, como en la vida.
Hasta pronto!