Hoy os dejamos la crónica de la Ultra Montseny con 80km por Laura Barrera, corredora canaria que representaba a su selección en esta prueba que además era Campeonato de España de Ultras de la Fedme.
«Campeonato de España Ultra FEDME 2016, 7a.m., 80Km por delante, y las mejores corredoras por montaña de España a disputarse el título. Entre ellas yo, si yo, una corredora popular en la línea de salida representando a la selección Canaria de carreras por montaña, sólo estar ahí para mi ya era un triunfo, un premio, un regalo del que tenía que disfrutar y estar agradecida, así que respire hondo, sonreí, y mes dije, “Laura, a dar lo mejor de ti, a exprimirte como nunca lo has hecho, porque se lo debes a la persona que ha confiado en ti para estar aquí, y a todos los canarios a los que estas representando”
Cinco, cuatro, tres, dos, unoooooo, y dan la salida. Intento posicionarme delante y mantenerme, pero me doy cuenta de que han salido a un ritmo demasiado alto para mi, así que empiezo a hacer mi carrera; bajo el ritmo pero sin acomodarme, y a dejar km atrás hasta llegar a meta.
Los primeros nueve km de subida, ya me dejaron bien claro como sería el resto. Había mirado el perfil, había estudiado más o menos cada tramo, pero no dispongo de demasiado tiempo para hacerlo de manera más detallada; tengo un trabajo que me quita muchísimas horas diarias, me levanto cada día a las 5:45h para entrenar, y no suelo llegar a casa antes de las 21.00h, así que hago lo que puedo. Este deporte me apasiona y me da vida, con lo cual, saco tiempo de donde puedo para disfrutar de el y veo como cada año, a pesar de mi edad y de que empecé hace tan solo siete años, mejoro un poco, me siento más fuerte, más satisfecha con lo que hago, más feliz.
En carrera necesito conectar mucho conmigo misma, sobre todo en larga distancia. Me olvido del resto de corredoras, no me agobio si me adelantan, eso sólo conseguiría sacarme de mi ritmo y lo podría pagar más adelante, así que respiro e interiorizo mi objetivo,que es llegar a meta en el menor tiempo posible, a partir de ahí, todo fluye. No descuido nunca la hidratación ni la alimentación, son fundamentales para no castigar mi cuerpo más allá de su límite y, como dije antes, para alcanzar mi objetivo, que es llegar a meta.
Pues ahí estaba yo, sintiendo en mis piernas la dureza de la primera, de las cinco subidas que me iba a encontrar en carrera , con unos desniveles potentes y terreno bastante técnico, así que me digo a mi misma que debo guardar fuerzas para llegar con piernas al km 34, San Esteve, avituallamiento principal de carrera; y afrontar los 46 km restantes para llegar a meta.
Me metí de lleno en la carrera, en la competición, en mi objetivo, no podía olvidar dónde estaba. A pesar de ser una corredora popular, me habían dado la oportunidad de competir con las mejores de España, de aprender de ellas, de subir un peldaño en mi “carrera deportiva”, así que centré mi mirada en el terreno, conecte con esa fuerza interior que sólo la montaña sabe sacar de mi, y empecé a dejar kilómetros atrás.
Ha sido la carrera en la que más a fondo me he empleado, me sorprende muchísimo ver los tiempos que hacen lar primera corredoras que llegan a meta, las admiro muchísimo, me encantaría acercarme más a eso tiempos, pero hoy por hoy no lo he conseguido, lo cual no significa que cada vez me vaya acercando un poquito más.
A la dureza del terreno tengo que sumarle que hizo muchísimo frío, para una Canaria como yo, que no está acostumbrada a esas temperaturas tan bajas, es una dificultada añadida, pero he descubierto, que la adversidad me hace más fuerte, cuantas cosas he aprendido de la montaña!!!! Cuántos buenos amigos me ha regalado!!!!!!!
Y con todos estos pensamientos, sigo sumando kilómetros, a través de unos paisajes preciosos, intentando que no me cazaran las rivales que tenía detrás, a poca distancia, pues estaba en novena posición en el kilómetro 34, pero me seguían dos corredoras muy cerca.
Cuando las cosas se me ponen muy difíciles en carrera, siempre me viene a la cabeza muchísima gente que me da fuerzas para continuar, a veces amigos, otras corredoras a las que admiro, otras veces momentos vividos………. son muchas horas en soledad, horas en las que te tienes sólo a ti misma, quizás esto es lo que más me gusta de correr ultras; pero también tienes muchísima gente, ya sea en carrera o en la distancia, que sabes que te están apoyándote, y que te hacen volar hasta la meta, inmersa en esta sensación, seguí corriendo rumbo a mi objetivo, durante los últimos 30 kilómetros me adelantaron tres corredoras, intenté seguirlas pero no tuve fuerzas para aguantar su ritmo, cada subida se iba sintiendo en mis piernas, y ya las fuerzas que me quedaban no me permitían subir el ritmo, pero aún así continué luchando hasta el último kilómetro por hacer el mejor tiempo posible.
Entré en meta en el puesto número 12 de la general femenina, y sexta veterana; allí estaban esperándome Carlos y Fer, mi asistencia en carrera, saber que ellos estaban en muchos de los avituallamientos lo hacía todo más fácil.
Diez horas cincuenta y cinco minutos en las que disfruté cada segundo sintiendo que podía hacerlo,
que mis piernas estaban fuertes y me llevaban a mi destino, en las que a pesar del cansancio y el esfuerzo las sensaciones eran buenas, sin lugar a dudas, la ilusión movía mis piernas!!!!!!
Ilusión que no perderé nunca, que llevaré siempre conmigo en cada carrera. Correr por montaña me ha dado vida, le debo mucho a este deporte, Hace ocho años no sabía ni que existía, y hoy no puedo ni quiero vivir sin el, así que seguiré sumando kilómetros, seguiré sumando experiencias, seguiré sumando vida.
Gracias a Estrella del Castillo Rojas, mi entrenadora y sobre todo mi amiga, amiga que me ha hecho saber que puedo más de lo que yo misma creo y que ha conseguido que mejore cada año mi forma física hasta llegar aquí.
Bonito comentario de una corredora de montaña veterana.