El pasado día 9 de noviembre se celebró la primera edición del Doñana Trail Marathon Sevilla – El Rocio que como su nombre indica sale de Sevilla y termina en El Rocio con un distancia de 73km.
Nuestra amiga Lidia Gómez, estuvo en la carrera y nos cuenta su experiencia de esta primer edición.
«Empieza todo el Sábado 9 a las 6 de la mañana cuando suena el despertador. En 15 minutos dejamos la habitación y nos dirigimos a la salida. Alli nos encontramos con David Mora y su familia ,calentamos, nos echamos las cremas de Best y esperamos a la salida.
En esta carrera como es de asfalteros no conocemos a casi nadie pero se ve buen ambiente, yo me siento como en casa porque este es el tipo de carrera que mas me gusta y tengo ganas de disfrutarla.
La pregunta que nos hemos estado haciendo tanto Samu como yo es si aguantaremos los 73 km corriendo o tendremos que parar a caminar.
A las 8 se da la salida en la puerta de Jerez, que va a ser neutralizada unos kilómetros hasta que salgamos de la ciudad.
Nada mas empezar noto que me cuesta arrancar y las piernas no están lo frescas que esperaba, supongo que como siempre arrancare enseguida, veo que me pasa una chica y me deja en 4ª posición, esto es muy largo y no se que nivel tienen las chicas.
Los kilómetros van pasando y cuando llegamos al km 10 llevo 49,19 min, veo que el ritmo es el esperado pero las piernas las noto pesadas y fatigadas, no debería ser así porque esta semana había descansado bastante, pero… Los kilómetros pasan y el cansancio sigue pero no aumenta, estoy disfrutando mucho y voy hablando con grupos de chicos que me animan pero me van adelantando casi todos.
En el km 20 llevo 1h39m, me anima saber que voy con buen crono pero las piernas siguen pesadas. Van pasando kilómetros y me siguen adelantando chicos, pero no veo ninguna fémina. Se que sigo 4ª pero no se como vienen las de atrás.
Llego al km 40 Villamanrique de la Condesa (3h 40m) y enseguida el único avituallamiento donde hay solido, con música y ambientazo.
En esta carrera con los avituallamientos líquidos que hay cada 10 km es suficiente, es muy rápida y se ve continuamente a ciclistas pendientes por si necesitamos algo, ademas hay mucha gente animando por todos los pueblos que pasamos.
Estoy animada porque aunque tenga fatigadas las piernas todavía no he tenido que parar a caminar y queda menos de la mitad, además los km pasan a cámara rápida y la carrera se me esta haciendo muy corta.
Km 50, ahora me siento mejor y puedo ir un poco mas rápida, ya no me adelantan como antes y soy yo la que empiezo a remontar.
Km 60 (5h 43m), voy bien de ritmo y ahora estoy en el parque de Doñana, empieza a aparecer arena y correr es un poco mas complicado pero pensaba que seria mucho peor 🙂 La cintilla me esta dando guerra y decido andar 30s cada 15 min.
Km 70 (6h50m), ahora ya si tengo las patas mas cascadas, ademas la cintilla se esta poniendo plasta y voy parando 30s cada 5 min, aun así no me pasa casi nadie, y yo si que estoy adelantando a gente que anda.
Por el camino se ve gente almorzando con su mesita de playa y algunos carruajes y ciclistas ofreciendo agua y reflex.
En teoría quedan 2 km, pregunto y me confirman que faltan 2 km y calculo unos 12 min, después de ese tiempo me vuelven a decir que 2 km, joder, que pasa?
De pronto se acaba la zona boscosa y aparecen unas casas que me recuerdan a las películas americanas del oeste, es espectacular, desde luego no me lo imaginaba así ,pero nos desvían y nos hacen rodearlo todo.
Le pregunto a una chica cuanto queda y me dice “na y meno”, uff, pues estoy apaña, al final fueron 8 minutos mas, que con parada y todo calculo otro km y pico.
Por fin veo la meta, megafonia, y a Samuel esperando con la sonrisa como siempre, el crono dice que 7h 23 min, 4 chica y tercera de mi categoría.
Ha sido la ultima carrera de esta temporada y sinceramente pensaba hacerla mas rápida, pero me he dado cuenta de que cada carrera es diferente y no se puede hacer una llana con el entrenamiento de montaña. Eso si, lo he disfrutado a tope, poder correr todo y no tener que parar por piedras ni cuestas empinadas ni nada, solo correr y correr.
Al final no me pude despedir de David y Yolanda, pero lo pasamos muy bien y sobre todo esa noche disfrutando el ambiente que se mueve en todos estos eventos con los corredores y la gastronomía de la zona»
Enhorabuena a Lidia por este fin de temporada, ahora toca descansar y pronto a preparar ese 2014 que seguro le traerá muchas alegrías.