Nunca es tarde para probar aventuras nuevas y mas si eres de las que te lanzas a ellas sin mirar mucho, ese es el caso de nuestra compi Mari y de Mar, quienes se animaron a probar el swinrun, en la prueba realizada hace unos días en Pelayos de la Presa en Madrid, aquí tenéis su crónica.
Este primer campeonato de España de swimrun se celebró en la localidad madrileña de Pelayos de la Presa el pasado 26 de junio de 2022; organizado por los conocidos Antonio de La Rosa y Jesús Bermejo.
La verdad que cuando mi compañera y amiga Mar y yo vimos el evento en redes se nos pusieron los dientes largos y nos entraron muchísimas ganas de participar en esta nueva modalidad, además de ser un deporte pensado para hacerlo por parejas. Ambas estamos siempre compitiendo en todo tipo de carreras, ya sean por montaña, por asfalto, duatlón o triatlón y vimos la oportunidad clara de conocer desde dentro este deporte tan joven.
Hablando con Memphis vimos la posibilidad de probarlo y gracias a la marca Head y a la agencia Secreto a Voces nos liamos la manta a la cabeza ya que la ilusión corría por nuestras venas.
Estábamos dudosas de la distancia en la que participar; en la distancia half se completarían un total de 18,7kms con 3,3kms de natación y 15,4kms de carrera divididos en nueve tramos de cada y en la distancia sprint serían un total de 10,9kms con 2,3kms de natación y 8,6kms de carrera divididos en siete tramos de cada. Al final nos decantamos por la distancia sprint ya que éramos novatas.
En las semanas previas estuvimos mirando que material era obligatorio, cual era recomendable, que zapatillas llevar y un montón de incógnitas que teníamos por no haber participado nunca en un swimrun.
El día de la prueba llegamos con tiempo para aparcar; no nos costó mucho en los alrededores de la zona, para coger el chaleco dorsal con el gorro, algún regalito más y preparar todo. Los colores eran amarillo para distancia sprint y azul para half pero a nosotras nos dieron azul y nos explicaron que aunque nos intentasen dirigir para el half no hiciésemos caso, además de estar inscritas en la categoría open y no en federadas, como íbamos en un principio porque ambas estamos federadas en triatlón; males menores que pasaron desapercibidos porque nuestras ganas de estrenarnos estaban por encima. Había un ambiente espectacular con mucha gente de distintos lugares de la geografía española y, de los casi 300 participantes, muchos éramos nóveles en esta modalidad. Daba igual, íbamos con toda la ilusión del mundo.
Después de prepararnos emprendimos la caminata hacia el embalse de Picadas, donde sería la salida y los primeros segmentos de natación y de carrera. Al principio empezamos caminando, pero Mar es puro nervio y empezamos a trotar, así nos serviría de calentamiento porque había unos veinte minutos caminando.
Ya en la línea de salida había un ambiente inigualable y, he de reconocer, que con un poco de nervios. Nos metimos hasta las rodillas y el agua estaba fría. La organización había avisado de dos sectores fríos.
Primero fue la salida para la distancia half y a los pocos minutos nos tocó a los de sprint. El agua estaba realmente fría, calculamos que a unos 15º pero luego nos lo diría el reloj. Mar ya sufrió en este primer tramo, pero como es puro tesón tiró hacia delante y se recuperó un poco en la carrera. Algunos participantes se retiraron por la temperatura del agua. Estos primeros tramos eran cortos, tanto nadando como corriendo, pero llegó el último tramo en Picadas, solo 350 metros que se nos hicieron muy duros porque el agua estaba más fría que en el primer sector; nuestros relojes marcaron 13º; demasiado para ir sin neopreno, ya que para estas pruebas el neopreno es especial para poder nadar y correr y no íbamos a invertir tal dinero sin saber si nos gustaría. Mar se paró varias veces diciendo que no podía, pero finalmente pudo porque es muy dura y llegamos a tierra firme.
Nos costó un rato bastante largo empezar a correr porque Mar estaba mareada y al borde de la hipotermia. Nos echó una mano otra participante, a la que estamos muy agradecidas, y cuando estábamos a punto de abandonar sacó fuerzas y dijo que continuábamos. Nos tocaba el sector de carrera más largo; sin contar con el último, con algo de avituallamiento y con sol para entrar en calor. Nos cruzamos a gente con hipotermia y que se retiraban de la carrera, pero nosotras seguíamos; cantando, haciendo bromas y de todo con tal de entrar en calor mientras subíamos la rampa del cortafuegos. Sabíamos que en el embalse de San Juan el agua estaba más caliente y eso nos aliviaba. Cuando llegamos a nadar Mar seguía con muchísimo frío y no podía entrar otra vez en el agua así que esperamos un poco al sol y a los pocos minutos continuamos.
Casi nos dan por retiradas porque llegó Antonio de La Rosa en una embarcación y como nos vio con el chaleco azul en un tramo de amarillos pensó que éramos del half. Le explicamos lo que nos habían dicho en la entrega de dorsales y sin problema.
Los tres tramos de San Juan fueron mejores, incluso el último que era más largo. Salimos con ganas de completar el último y más largo tramo de carrera para enfilarnos a meta y así ser “finisher”. Llevábamos los pies bastante doloridos porque se nos ocurrió la “brillante” idea de no ponernos calcetines para evitar el peso de ellos mojados y con la arenilla y piedras que se iban colando acabamos con ampollas.
Última cuesta abajo y derechas a esa meta tan ansiada. Aquí nos volvieron a confundir y pensaron que seríamos la primera pareja femenina de la distancia larga y también tuvimos que avisar que no, que éramos de la corta.
Muy satisfechas de haber terminado este reto que se complicó por el agua tan fría en los dos sectores de natación de Picadas pero que supimos solventar y sacar hacía delante gracias a la fuerza, a lo gran deportista que es Mar y también gracias al compañerismo, a la unión, amistad y un poquito de cabezonería que nos caracteriza a ambas.
Nos fuimos a duchar para entrar un poco en calor, pero nuestra sorpresa fue que el agua era fría; ¿más agua fría?
Miramos clasificaciones y para nuestra sorpresa habíamos quedado terceras, pero cuando dieron la entrega de trofeos nuestro gozo se fue al pozo porque hubiese sido así de haber competido como federadas. De todas maneras, nos fuimos contentas, pero con la espinita de seguir en esta nueva modalidad deportiva para dar guerra.
La organización bastante bien con ciertos detalles a mejorar como en todas las pruebas deportivas, pero en aspectos generales bien.
Experiencia muy positiva en todos los aspectos, el swimrun mola mucho y nos ha enganchado muchísimo. Totalmente recomendable para quien esté acostumbrado a hacer ambas disciplinas, correr y nadar; juntarlo le da un puntito y hacerlo en parejas, como es la esencia de este deporte, da unas sensaciones inexplicables que cambian la mentalidad; no solo es nadar y correr, es mucho más que eso.
Si quieres saber mas de estas pruebas aqui tienes toda la info https://www.swimrunmadrid.com/ Nosotras ya estamos deseando que llegue septiembre para la próxima prueba!!!