Casi sin darnos cuenta hemos pasado de año y que mejor manera de comenzar este 2020 que con una de las que han sido las aventuras del año de nuestra compañera MemphisMadrid, los 100km del Sahara.
Todo empezaba en Enero con la presentación en Fitur de la carrera y donde nos poníamos cara algunos de los que haríamos equipo para esta aventura, Marta, Begoña, Luisete y mas tarde Denis y Alex y con la compañía siempre del gran Carlos Ultrarun responsable de la carrera en España.
Mas tarde los meses de entrenamiento y los preparativos finales para la carrera donde entre mi falta de constancia y varios problemillas, llegamos a los días previos con una preparación mas bien precaria para la aventura que íbamos a comenzar pero … quien dijo miedo, llegaba el 7 de Octubre y embarcábamos en la aventura de los 100 KM DEL SAHARA.
Lunes 7 arranca la aventura y nunca mejor dicho, llegada al aeropuerto de Barajas y volver a ponernos cara los que ya nos conocíamos y a Denis que era el que faltaba, charla mientras esperamos el avión, que salía con retraso y conocer a otros compañeros con los que compartiríamos la aventura.
Aterrizamos bastante tarde al aeropuerto de Cartago, con el tiempo para ir al hotel y echar una cabezada ya que a la mañana siguiente bien temprano volvíamos a coger un vuelo hasta Djerba y de allí dos 4×4 para llegar a Tozeur, donde estaba el hotel en el que nos alojaríamos tanto la primera como la ultima noche de la aventura.
El viaje en coche se nos hizo muy pesado, a pesar de los distintos entretenimientos que tuvimos, la lluvia, que no dejo de jarrear literalmente durante la primera parte del viaje 😉 la comida en unos de los sitios mas turísticos de Matmata, pero sin ver las cuevas de la guerra de las galaxias 🙁
Cuando estamos ya agotados y entrando en bucle …. parada en un lugar maravilloso que nos puso las pilas y nos dio mogollón de buenas vibraciones para terminar el viaje, el gran lago salado.
Ya de vuelta al coche con las pilas cargadas, últimos kilómetros para llegar al hotel Ras El Ain en Tozeur, paseito por los alrededores y a la camita pronto que al día siguiente nos esperaba una nueva ruta en coche hasta el primer campamento y a la tarde a darle zapatilla.
Miércoles temprano arriba, vuelta al coche y caminito a nuestro primer campamento en mitad del desierto, de aquí ya salíamos todos los participantes de la aventura llegados principalmente de Italia y otros lugares, todos en 4×4 para llegar a nuestro primer punto de partida de la carrera.
Llegamos a Zmela Labrissa, un campamento fijo en mitad de desierto con todas las comodidades que podáis imaginar, baños con duchas, comedor fijo y tiendas con camas, vamos lujazo.
Al llegar nos encontramos con Carlos Ultrarun y el equipo de ZItoway que ya tenia todo preparado para en unas horas dar la salida a la primera etapa.
Comimos con productos típicos de la zona y a preparar todo para la etapa, las chicas nos colocamos juntas en una tienda y los chicos en la de al lado, nos fuimos a por los dorsales y a descansar un ratito antes de la salida.
Bueno, eso en teoría porque yo entre en bucle pensando que distancia hacia, explico; una de las cosas que mas me gustaron de esta aventura es la posibilidad de elegir la modalidad en la que quieres disfrutar de ella, correr, caminar o nordic walking (bastonear) y poder hacerlo en el campamento. (Que has tenido una lesión y no puedes correr, lo cambias y caminas, que tu estado de forma es una birria, como era mi caso, te cambias y caminas 😉
Tras horas de debate conmigo misma y con mis compis, decidí pasarme a los bastones aunque eso significase hacer 20km menos, pero preferí disfrutar de los 80 kilómetros y no penar durante 100km, que en mi estado de forma es lo que hubiera sido.
Así que, tras comunicar a la organización el cambio, me prepare para la salida de los caminadores y los marchadores que se daba a las 17horas.
Y allí que estábamos con mis compis Marta y Begoña dándome ánimos y deseando que empezara aquella aventura que meses antes parecía tan lejana.
Salimos y enseguida llegaron las primeras dunas coincidiendo con el atardecer, probablemente esta sea una de las imágenes mas bonitas que guardo en la retina, cierro los ojos y vuelvo a ese momento, parada, disfrutando de esa luz y ese lugar, sin pensar en nada mas.
Tras ese momento Zen y por supuesto dos millones de fotos después, retomamos nuestro camino disfrutando del paisaje y charlando con mas compañeros, hasta tuvimos tiempo de aprender gracias a Ana, nociones del Nordic Walking, (eso si, cuidado con tropezar con los bastones y besar el suelo, como hice yo 😉 😉
Tras el traspiés hice pandi con Tere y charla que te charla nos pusimos en la meta, la primera etapa y sus 15 kilómetros estaban hechos.
Ahora tocaba cenita con los compis que habían corrido y que por supuesto a pesar de salir mas tarde ya habían llegado todos, compartir la experiencia y a la piltra, o eso creíamos porque un simpático grillo se metió en nuestra tienda y no había manera de dormir hasta que Marta Indiana Jones decidió deshacerse de el y la calma volvió a la tienda.
A la mañana siguiente, había que recoger todo y dejar la mochila para que la llevaran al nuevo campamento antes de la segunda etapa, en mi caso 35 kilómetros para los de Nórdico.
Salimos con sol, aunque no mucho calor, empece a caminar sin molestias del día anterior pero sobre el kilometro 10, la arena empezaba a hacerse pesada para andar, hasta que llegaros los primeros corredores con Alex y Luisete entre ellos y descubrí que ellos corrían por los laterales del camino y que por allí costaba menos, así que seguí su estela y se hizo algo mas llevadero
En el primer avitu coincidí con Denis, fotito de turno y cada uno a lo suyo.
Los kilómetros iban cayendo, pasamos por el oasis de Ksar Ghilane, donde daban ganas de quedarse y donde si hubiera sabido lo que me esperaba me hubiera quedado a vivir
Entre el calor, las dunas y los kilómetros que ya llevaba, madre mía que duro se me hizo!!!!
Al salir de la dunas, ya quedaban menos kilómetros y sobre todo el terreno no era tan pesado, por fin a lo lejos, una meta que nunca llegaba … y feliz de cruzar esos 35 kilómetros, terminar la segunda etapa y conocer nuestro nuevo campamento.
Esta vez en tiendas de 6 y compartida con Begoña, Marta, Denis, Luisete y Alex, una autentico lujo de compañeros y sobre todo alguien con quien nunca te aburres, eso si, si no eres de mucho hablar como Denis te acabaran por sangrar los oídos porque vaya loros que nos juntamos 😉 sobre todo Alex y Luisete quienes no pararon de contarnos sus múltiples aventuras 😉
Descanso y cenita guay con el equipo de Zitoway, otro lujo de esta aventura, la comida, poder cenar en condiciones y muy rico tiene su mérito estando donde estamos, en mitad de la nada y eso se agradece después de una larga jornada.
Con las piernas un tanto acartonadas y bastante cansada, tocaba irse a la piltra para afrontar la ultima etapa, en mi caso 30 kilómetros y con dunas en los primeros, solo de pensar las que había pasado el día de hoy, me daba horror, pero solo nos quedaba eso para terminar el reto y no nos íbamos a quedar a la mitad.
Amanece un nuevo día con algunas molestias pero parecen llevaderas, dejamos de nuevo la mochila para que nos la lleven al ultimo campamento y camino a la salida, hoy el sol calienta mas que ayer, ya veremos como terminamos y allá que vamos, 30 kilómetros, y prueba superada!!!
Salgo como siempre a mi aire, tranquila, pero pronto me empiezan a doler las piernas, pero no muscularmente, el sol calienta bastante y las llevo rojas del día anterior, a pesar de echarme crema, me van molestando y al sol le queda mucho por calentar.
Me junto con Tere y Carmen y Tere me deja su buff para ponérmelo en la pierna junto con otro que llevo yo y gracias a ello consigo que no se me quemen mas de lo que ya las tengo, (si no llega a ser por este apaño, creo que no hubiera podido terminar porque llevaba las piernas al rojo vivo).
Vamos mas o menos juntas, unas veces ellas por delante y otras yo, al final nos juntamos y hacemos pandi, en mi caso menos mal, porque esta ultima etapa se me esta atragantando, es el día con mas calor y con el dolor de piernas que llevo, entro en bucle y la cabeza no acompaña, menos mal que al ir con ellas no pienso y solo queda avanzar.
Los kilómetros se hacen muy pesados a pesar de encontrarnos con gente de la organización por el camino.
Cuesta llegar, pero al final lo conseguimos, meta para las 3, avituallamos y esperamos a que nos lleven hasta el campamento final, ya que nuestra etapa al ser menos kilómetros que la de los corredores, terminamos en un punto de avitu y no en la meta final.
Por el camino en el 4×4 nos cruzamos con Bego y con Marta, que siguen muy fuertes hacia su meta
Llegamos al ultimo campamento donde ya han llegado Luisete y Alex que han hecho primero y segundo de la carrera, que grandes son los dos!!!
Yo aprovecho que no hay mucha gente para irme a la ducha antes de que llegue todos y sea mas difícil 😉 a la que vuelvo ya ha llegado Denis!! y al ratito llega Bego, nos vamos a comer y a esperar que llegue Marta, toda la Jaima hemos conseguido nuestro reto.
Ellos los 100km corriendo, los míos, 80km con bastones, pero he disfrutado mucho, si hubiera salido en la modalidad de corredores creo que no hubiera podido terminar y sobre todo hubiera sufrido en exceso y seguramente no hubiera disfrutado como lo he hecho, así que bienvenidos esos 80 kilómetros.
Charlamos en la tienda hasta la hora de cenar, compartimos nuestras aventuras, cenita, vuelta a charlar con más amigos, hoguera y baile para los mas animados y a disfrutar de la ultima noche en el desierto.
De mañana recogida de todo, con escorpión de premio jajajaja y vuelta al hotel de Tozeur para la cena de cierre y la entrega de premios donde Luisete, Alex y Marta han hecho podio, Marta segunda!!!
La aventura parece que llega a su fin, despedida de los amigos, coche y bus para Tunez, a este grupo todavía nos quedaba una buena tunda de coche, pero eso si una revancha muy divertida pasando las ultimas horas paseando por Tunez y planificando grandes aventuras.
Solo me queda animaros a estos 100 kilómetros del Sahara, porque no son una carrera ni una marcha, son una AVENTURA y la vida no deja de ser eso, así que no te lo pienses y disfruta de una aventura como esta.
Aquí tenéis el video de esta edición para daros un poquito mas de envidia y que os animéis para la edición de este año
Fotos: Organización y Santa Fotografía
Fue un placer compartir contigo esas etapas. Por mi parte fue un viaje inolvidable.
Ojalá coincidamos algún día. Besos.
Para mi tambien fue un placer tambien y seguro que nos veremos en alguna otra.
Un abrazo fuerte y cuidate esas pequeñas lesiones 😉