Hoy os traemos la cronica de Riaño Trail Run de la mano de Amaia Aparicio, Corredora de trail y preparadora física entre otras muchas cosas 😉
La Riaño Trail Run no es solo una carrera, es una aventura en la que podemos decidir participar tanto en una, dos o tres etapas en pleno corazón de la montaña leonesa, con base en Riaño. Este desafío que se puede realizar tanto individualmente como por equipos invita a correr entre picos afilados, valles infinitos y pueblos con alma, en un recorrido que conecta los antiguos reinos de León, Asturias y Castilla. Cada día es distinto, con subidas que quitan el aliento, bajadas técnicas, lagos de postal y ese ambiente que solo el trail en formato por etapas puede ofrecer. Naturaleza salvaje, compañerismo a tope y una organización que cuida cada detalle hacen de esta carrera una experiencia inolvidable, especialmente para quienes buscan algo más que kilómetros en sus zapatillas.
Anteriormente siempre habia participado en 1 etapa, es más, fue mi segunda carrera de montaña allá por 2021, y un antes y un después, terminando enamorada de la organización, gente, y…lugar.
El año pasado repetí la etapa y este año decidí hacer la x2, el sabado una nueva para mi, y la ya conocida con esa subida al pico Gilbo.
Me levanto el sabado nerviosilla , raro en mí, con la incertidumbre de esa subida al Espiguete, además del calor, pero con mucha ilusión. Comienzo a correr y noto la espalda con muchísimo dolor en la zona lumbar durante kms y creo que la ilusión de la subida al Espiguete, hace que mi cabeza se enfoque en ella y el dolor pasa a un segundo plano. Logro subir, crestear y bajar, feliz aunque con tiempo justo y, mientras veo que muchos se van retirando por el calor y dureza, decido seguir esos 10km que quedan.
Con ánimos afronto el recorrido cuando empiezo a notar el estómago mal y….a vomitar ( un gel extraño que había tomado por cambiar de sabor y textura).
Me vacío y debilitó, pero hay que seguir, en medio de la nada no me puedo quedar. Me alcanza el último chico y el escoba y ambos decidimos seguir juntos y darnos ánimos… y así entramos en meta! Gracias mil…allí agua, refrescarme, y me atienden, nada grave.
Horas después puedo comenzar a comer.
Sólo queda mi etapa, mi cima, mi gilbo.
Etapa totalment disfrutada, calor, sí, pero también sombra. Etapa en la que no me quito la sonrisa en toda la carrera.
Y, llegar a meta feliz, con buenísimas sensaciones y, además, mejorando 2’ respecto al año anterior y habiendo hecho una etapa muy sufrida el día anterior!
Feliz, y es que Riaño Trail Run llena el corazón
Datos de modalidades y número de mujeres X3 : 18% mujeres – X2: 38% mujeres – X1: 29 % mujeres
Carrera en la que sumamos y en la que no nos amedentramos!