Hoy terminamos con nuestro paso por The North Face Transgrancanaria y que mejor manera que hacerlo que de la mano de una corredora, Maria Jose Nieto que esta vez no pudo estar en la linea de salida pero decidió vivir la carrera como voluntaria, creo que es algo que todos deberíamos hacer alguna vez para ponernos un poquito en la piel del otro.
«Quién me lo iba a decir, mi primera Transgrancanaria, y no la haría corriendo. En Noviembre decidí correr una de las modalidades del Maratón del Meridiano, en detrimento de la Transgrancanaria, que se celebraría un mes después. Entre otras razones, la imposibilidad de llegar lo suficientemente preparada a una prueba tan exigente, tras el cambio de recorrido (casi no lo estaba para El Meridiano, debido a una lesión fortuíta, pero eso ya es otra historia…) Así que, en mi cabeza rondaba la idea de participar como voluntaria. Amig@s que habían participado como tal en anteriores ediciones, me hablaban de lo gratificante que había sido para ell@s la experiencia, y quería hacerla mía también.
Tres semanas antes de la cita, me inscribo como voluntaria a través de la página web del evento y en dos días, el coordinador de voluntarios, Manuel Lobelle, al que conozco porque en este mundillo nos conocemos casi todos, se pone en contacto conmigo para decidir en qué puesto desempeñaría mi función. Apuesta por colocarme para realizar labores de check-in, abierta a colaborar en otras áreas si así fuese necesario. Me emplaza a una próxima reunión general donde se nos daría a conocer, a todos los voluntarios, con más exactitud, las funciones a llevar a cabo, cada uno en su área.
Llega el día de la reunión. Cuando llego al lugar fijado para el encuentro, empiezo a tomar conciencia de la grandeza del evento. Había colaborado anteriormente en otros eventos deportivos y sabía lo que se movía entre bambalinas, pero no eran de la misma magnitud. En el ambiente se respira entusiasmo, caras conocidas, otras no tanto, saludos en la distancia, otros más cercanos; todos estamos allí por el mismo motivo y estamos ansiosos por conocer los detalles. Tras las presentaciones oportunas y firmar el Convenio de Colaboración, nos ponen al día del trabajo a desarrollar, cuándo, cómo y dónde… huele a Trans, para nosotros, ya empieza la carrera. Después de que cada coordinador de área nos informe específicamente, nos agasajan con un refrigerio, como fin del encuentro. Hay que cuidar al Voluntariado y eso, lo saben hacer muy bien.
La semana previa a la gran cita, comenzamos con el trabajo específico del área de check-in: preparación y casamiento de chips y dorsales de cada uno de los corredores que participarán en cualquiera de las cinco modalidades de las que consta la Transgrancanaria; más de 2700 corredores. Trabajo minucioso donde los haya, ya que el más mínimo error, supondrá que el corredor quede fuera de la prueba o corra con un chip que no es el suyo y, como consciencia, sus datos de seguimiento no sean los propios.
Además, el día previo a la apertura de las verificaciones, y ya en el lugar donde se realizarán las mismas, se preparará la bolsa del corredor que se entregará una vez que facilite la documentación solicitada en cada modalidad y recoja su dorsal.
Miércoles 13:30h Aeropuerto de Gran Canaria. Llegan diferentes corredores a los que hay que recoger y acercar al hotel donde se hospedarán durante los días en los que tendrá lugar el evento. La responsable de Relaciones con el Corredor, se pone en contacto conmigo y me indica que se me precisa para realizar los tránsfers, y allá vamos. Será el primer contacto directo con los corredores. Tras acomodarnos en el vehículo, nos dirigimos al hotel. Durante el trayecto, pongo a prueba mi inglés hablado; mi oído está estupendo y tenemos una conversación que trata principalmente sobre la isla, el clima, el trazado de la carrera, el tipo de firme que se van a encontrar… Es la primera vez que este corredor está en la isla y está muy interesado en conocer, además, aspectos culturales y gastronómicos.
El ambiente en el hall del hotel es increíble. Seb Chaigneau, Sandes, Thimoty, Reitter, Jorge Maravillas, Yurek, Zaid… se saludan entre ellos y departen unos minutos. Tras la acomodación de los corredores en el hotel, acompaño a la responsable de Relaciones a supervisar que la sala dispuesta para la conferencia de Scott Yurek, que tendría lugar esa tarde, estuviera lista, además de otros detalles. Muchos frentes abiertos y todo tendría que estar ok a la hora prevista.
A las 17:00 es la hora de encuentro con mis compañeros de check-in. Después de comer un sandwich que nos supo a gloria, me dirijo a Expomeloneras, cuartel general de la Trans este año. La Trail Zone está poniéndose a punto. Los compañeros de intendencia ya tienen la zona de check-in señalizada; los puestos de entrega de dorsales preparados, y la zona de recogida de bolsos de los corredores lista. Se nota el gran trabajo realizado, pero todavía queda mucho por hacer. Ya están listas, las oficinas de Prensa, Incidencias y el Centro de Control y Emergencias. Se prueba el sonido, parece que todo está ok.
Tengo que hacer otro tránsfer. Tras hablar con mi coordinadora de Check-in, salgo para el aeropuerto, todo en un ritmo frenético. Soy muy activa por naturaleza, así que, estoy encantada. Casey llega con 15 minutos de adelanto; estupendo, tras las presentaciones pertinentes, al hotel. Cuando hemos terminado su acomodación, subimos a la sala donde ha terminado la conferencia de Scott y se encuentra firmando ejemplares de su libro «Correr, comer, vivir» (aprovecho para recomendar su lectura al 100%) Dejo a Casey en las buenas manos de la responsable de Relaciones, y después de departir unos minutos con Manu y Yeray Durán y saludar a otros compañeros de montaña que allí se encontraban, termina mi labor el miércoles.
Por fin llegó el día, probando sonido, todo el mundo preparado… Casi una hora antes ya hay corredores esperando para recoger sus dorsales. Por los pasillos del Centro de Convenciones, circulan voluntarios, miembros de la organización de carrera, carros con material… Todavía se montan los servicios de vestuarios y la zona de catering, donde se ofrecerá por la tarde, la tradicional Cena de la Pasta. Se abren las puertas a las 10:00 en punto y empiezan a acercarse a los puntos de verificación.
El trabajo que llevamos realizando durante las semanas previas, se verá ahora. El entusiasmo es general: el de los corredores, porque al fin tienen en sus manos el codiciado dorsal, y el nuestro porque somos partícipes de esa ilusión que los embarga, cuales niños la noche de Reyes.
Queda un largo fin de semana por delante, algún tránsfer más por hacer, dos días de verificaciones y otro de entrega de prenda Finisher a todos aquellos que acaben pasando por línea de meta. Cuando la música se apague y se entreguen los premios, tanto ellos, como nosotros, habremos hecho realidad el lema de esta gran carrera: «Una Meta, Un Sueño»
Gracias a Maria Jose por compartir con nosotros todos esos momentos previos que pocas veces se ven y desde aqui nuestro agradecimiento a TOD@S LOS VOLUNTARI@S que hacen que podamos disfrutar de las carreras de montaña.
