El movimiento barefoot —caminar como si no llevaras nada— ha dejado de ser exclusivo del trail o la montaña para conquistar también las calles. Su premisa es sencilla: permitir que el pie se mueva como fue diseñado, sin amortiguaciones artificiales, sin estructuras que limiten, y con una mayor conexión con el entorno.
Merrell lleva años explorando este camino. Y ahora, con el lanzamiento de la Trail Glove 7, da un paso más en esa dirección. Este modelo recoge la experiencia acumulada en sus versiones anteriores y la combina con una evolución técnica que mejora la percepción del terreno, la postura y el confort.
Una evolución minimalista con alma sostenible
La Trail Glove 7 comparte horma con la Vapor Glove —el modelo más minimalista de Merrell—, buscando una pisada más natural y una sensación más real. En esta nueva edición, se ha eliminado la placa anti-roca para favorecer aún más la conexión con el terreno, sin renunciar a la protección básica.
La mediasuela incorpora espuma FloatPro™, ligera y duradera, mientras que la suela Vibram® EcoStep se adapta al pie y envuelve la zona inferior para ofrecer agarre y estabilidad incluso en superficies irregulares.
A esto se suman materiales reciclados en forros, plantillas y mallas, y un tratamiento natural para el control de olores. La Trail Glove 7 no solo busca moverse bien, también hacerlo de forma respetuosa con el entorno.
Tecnologías que siguen tu ritmo natural
- Barefoot 2.0: favorece la posición natural del pie y una movilidad auténtica.
- FloatPro™: amortiguación ligera, duradera y con buen retorno de energía.
- FlexConnect™ 2.0: mayor fluidez y tracción en terrenos variables.
- Componentes reciclados: en más del 60 % de su estructura.
- Tratamiento Cleansport NXT®: control natural del olor.
La Trail Glove 7 no impone un estilo de vida. Solo propone algo que el cuerpo ya conoce: volver a caminar como si no lleváramos zapatos. Y en un mundo que muchas veces nos desconecta de nuestro cuerpo, de la tierra o del momento presente, eso puede ser el primer paso hacia un movimiento más consciente.
Porque reconectar con lo natural también empieza por cómo pisamos el mundo.