Llega un nuevo fin de semana y con el, la crónica de nuestra compañera Lola Bezper en la Transvulcania, una crónica un poquito mas especial que el resto de las hasta ahora nos ha regalado.
«Si hay carreras que marcan para siempre, esta es una de ellas.
Me di cuenta llegando al aeropuerto en la puerta de embarque, alli no había dos ni tres personas conocidas del mundo del trail, sino doce que yo contara en esos momentos.
Hablamos de un vuelo desde Málaga-Tenerife-Santa Cruz de la Palma. Y pense… ¿Cuántas personas desde todas partes del mundo estarán volando a la Isla?
Me puse hacer cuentas, Ultra Maratón: 2.000; Maratón: 800; Media Maratón: 600 participantes, más acompañantes de cada uno de ellos… imaginároslo, la de personas que nos reunimos en la Isla de la Palma con el mismo objetivo: ¡cruzar la meta!
Merece la pena ir, ya corras, hagas senderismo o simplemente quieras ver un capricho de la naturaleza, paisajes que ni imaginas puedan existir en una Isla. Por algo la llaman la Isla bonita.
Ya hice la distancia Maratón en 2015, pero como las lagartijas intentan una y otra vez subir paredes imposibles, y al final lo consiguen, yo vuelvo cada año para intentar llegar a la deseada meta.
¿Como es posible que me den el mismo número ?, el destino me llevo a volver perteneciendo al club de la Isla, el Trecus, cosas de la vida, que van enlazando y te llevan a tus comienzos.
Los Palmeros son gente alegres, amables, y con un corazón muy grande, tanto como su Isla. Tengo mucho que agradecer por dejarme su casa, su coche y enseñarme los rincones más bonitos de la Isla.
En esta ocasión me acompañaron mis amigas corredoras de Málaga y sus parejas, así que me lo pase genial, antes, durante y después de carrera.
En el transcurso de la Maratón, la cual coincide en recorrido con la Ultra, me encontré con una de las personas que me acompañaron: Monica, una corredora Asturiana a la cual adoro, y me dio muchísimas fuerzas para continuar, ya que me pillo en uno de esos momentos del tio del mazo.
La subida hasta roque de los muchachos se hace dura, ya que no da descanso, y yo que soy bajadora, lo paso mal. Pero entre una canción y otra desde mi iPod llegue
A un avituallamiento y me encontré con una mirada conocida ¡era Bea! me estaba esperando y grito mi nombre. Me abrace a ella y le dije: «Hay que alegría de verte, que mal me encuentro Bea, no puedo subir nada, mi cuerpo no responde», ella me dijo que me estaba esperando para continuar y que sino me veía se retiraba.
Nada de retirarse es lo que le decía una y otra vez, veras cuando lleguemos a Roque de los Muchachos como te recuperas y empezamos a bajar juntas hasta meta. Alli abandonó, pero me acompaño hasta que pudo, sacando fuerza mental de donde no había, para que yo volara hasta meta.
Hay personas que saben hacerte sacar las alas que tenemos escondidas bajo la piel, y hacer cosas que nunca pensábamos que podemos realizar, Bea es una de ellas.
La primera vez que corrí Transvulcania, no daba crédito a la de personas que estaban animando y apoyándote durante todo el recorrido, el pasillo humano que hacen en llegada a Tazacorte, que te guía hasta el arco de meta.
Una vez empecé a bajar hacia meta, le di un beso a mi buff de Suricatos Trail Málaga, el cual siempre llevo en mi mano derecha, y con lágrimas en los ojos pense: ya nada puede impedirme llegar.
En la linea de salida le dije a David, un amigo y gran corredor de Málaga, que me esperara en la llegada, sabía que llegaría mal y necesitaría un abrazo.
El hizo tres horas menos que yo, las cuales se tiró plantado en el arco de llegada esperándome.
Me arranqué a llorar nada más vi Tazacorte allí abajo, tan lejos, pero a la vez tan cerca de cumplir mi objetivo, y pedi a mi cuerpo me dejara llegar.
Llegué a la alfombra verde que da paso al arco de llegada y mi llanto era cada vez más fuerte, de alegría, de saber que una vez más he podido con ella, la montaña, he luchado contra mi cuerpo, y mi mente pudo.
David me esperaba allí de pie con su móvil en la mano para capturar mi entrada..
Me abrace a él como sino hubiera recibido un abrazo en mi vida, aguantándome para no caerme, !ahora había terminado!
Soy rica ya lo sabéis, millonaria de amigos, y multimillonaria de momentos, este es uno de ellos. !Gracias David!
¿Que porque he llorado tanto en esta carrera? Se repite el número de dorsal y la historia…. ahora me toca luchar en el ultra de la vida y no podré volver a subir una montaña en bastante tiempo.
Recuerda: ParaQueQuieresUnaVidaSinoSabesVivirla
Lola Bezper
Muy buen relato lola, soy un amigo de tu hermano, q m mando el enlace, me he sofocado y todo leyendote, vaya prueba dura, eres una campeona y un ejemplo, espero leerte en otra, un saludo
Bonita reflexión. Sea lo q sea a lo q te emfentes q tengas suerte y pronto nos veamos en el monte. 👍👍👍👍