Hacer vivacs ha sido siempre una de las mayores fuentes de placer de los y las amantes de la montaña: dormir bajo las estrellas, protegido de la intemperie más extrema, estratégicamente ubicado en una atalaya privilegiada y disfrutando de los mejores atardeceres y amaneceres que uno pueda imaginar. Una opción a veces perseguida, otras veces forzada, pero que sin duda no representa nuestra realidad cotidiana: cuando se termina el ascenso o se completa la ruta, se vuelve a casa y se disfruta de una noche de reparador descanso en una cama blanda y cálida.
Todo lo contrario de los sin techo, quienes se ven obligados a perpetuar las noches de vivac en la calle ad infinitum, sin los alicientes de las gratificantes vistas de la cumbre ni la agradable protección del saco de plumas, y sin la posibilidad de volver a una cama acogedora una vez se ha terminado la experiencia.
Para ayudar a los sintecho a mejorar sus condiciones paupérrimas ha nacido la iniciativa solidaria Bivac.org, un proyecto que busca apoyar al colectivo a la vez que conciencia a los amantes del vivac y la montaña.
¿Qué es Bivac.org?
En la primavera de 2020, cuando terminó el confinamiento más estricto de la pandemia, unos montañeros ávidos de montaña que salían de sus casas por primera vez en meses para escaparse a sus cumbres favoritas se encontraron con un espectáculo desalentador: en la ciudad había aumentado preocupantemente el número de personas sin hogar. Mientras ellos, los montañeros, habían esperado meses para poder ir a dormir a la intemperie, otros no habían tenido otra opción durante todo ese tiempo.
De aquí nació Bivac.org, una comunidad que combina las aficiones de unos con las necesidades de los otros. A partir de distintas propuestas de vivacs solidarios, la iniciativa recoge donativos que van íntegramente destinados a la Arrels Fundació, organización que lucha para proporcionar un techo a las más de 5000 personas sin hogar en Cataluña.
Las 10 y 1 Noches: un reto solidario de altura
De la comunidad de Bivac.org ha surgido Las 10 y 1 Noches, una ambiciosa propuesta con fines solidarios. La idea es sencilla: hacer 11 vivacs en un año. Pero estos no son cualquier tipo de vivac: son las mejores pernoctaciones en la intemperie que se pueden hacer en los Pirineos.
El reto recoge una lista inicial de 20 propuestas de lugares donde dormir, que incluyen cumbres míticas como el Aneto, la Pica d’Estats, el Monte Perdido o el Midi d’Ossau, entre otras, así como también sitios preciosos donde iniciarse como los Ibones de Anayet o el Pic de la Dona. Esta lista se irá ampliando continuamente, y se puede consultar en la guía disponible en la web de Bivac.org.
Funcionamiento del reto
Para iniciar el reto hay que darse de alta en la web de Bivac.org y hacer una donación de 45€. A cambio, el usuario recibe la guía de vivacs, hecha conjuntamente por distintos alpinistas y montañeros que han realizado y fotografiado las pernoctaciones, una funda de vivac de Ferrino personalizada para el reto y seguro de la FEEC para tener cobertura durante la realización del reto. Al finalizar el reto, se recibirá un diploma que certificará la compleción del mismo. Tanto Ferrino como la FEEC como Bivac.org colaboran altruísticamente y de forma transparente: de los 45€, 5€ se usan para el envío de la funda y el diploma, y el resto se donan íntegramente a la Arrels Fundació.
El reto empieza con el primer vivac que uno elija hacer, y a partir de ese momento se dispone de 365 días para realizar los otros diez, en cualquier orden y siguiendo cualquier combinación. La guía contiene toda la información necesaria para validar el reto.
Con el apoyo de Ferrino
La marca italiana ha apoyado el proyecto desde su creación cediendo material y realizando donaciones de equipo a la Arrels Fundació, y para el reto de las 10 y 1 noches ha cedido la funda de vivac Rider personalizada que se regalará a los y las participantes.