Este fin de semana se ha celebrado Red Bull Buen Camino, la primera prueba deportiva con carácter competitivo que se disputa sobre este escenario y que es la mejor manera de celebrar un Año Xacobeo.
Con un formato innovador que mezclaba estrategia, convivencia y resistencia, este trail ha sido toda una aventura para cada uno de los corredores que han tomado parte en la primera edición. Han sido 314 kilómetros de recorrido por el Camino Primitivo, dos noches y tres jornadas realmente apasionantes para disfrutar de una experiencia inédita en nuestro país: una competición deportiva por el itinerario de El Camino de Santiago.
Como apuntaban todos los pronósticos, el equipo de los Six Pistols se ha proclamado campeón absoluto. Firmando tres victorias de etapa, el conjunto formado por Fernando Carro, Maite Maiora (hizo la última posta y fue la primera en cruzar el arco de meta), David López Castán, Clara Viñarás, Imanol López y Jorge Fresnillo se reunían en lo alto del Monto do Gozo para cubrir los últimos kilómetros del trazado juntos y poniendo de manifiesto el auténtico espíritu de El Camino de Santiago. Una escena representativa que, al margen del carácter competitivo de la prueba, han repetido a lo largo de las 3 jornadas los más de treinta equipos que han alcanzado la meta.
Los Six Pistols han sido los vencedores en categoría mixta (22:50:46), secundados por su gran rival en las tres etapas, el Suunto (24:04:03). En la masculina el triunfo se lo han adjudicado los portugueses del SC. Espinho / António Leitão(24:47:09), quienes también han mostrado un gran nivel y regularidad a lo largo del fin de semana. En la categoría femenina la victoria ha sido para las Herculinas (32:01:00). Más de una treinta de equipos formados por entre 3 y 6 atletas ha logrado completar este desafío montañero, histórico y deportivo.
Maite Maiora, embajadora de Red Bull Buen Camino y capitana del equipo mixto vencedor, se sentía enormemente agradecida por haber disfrutado de esta oportunidad única en su trayectoria deportiva: “Es sorprendente la facilidad con la que hemos encajado todos los integrantes del equipo. Me esperaba una experiencia bonita, claro, pero lo que no imaginé jamás es esta compenetración y este ambiente del que hemos disfrutado. Han sido tres días tremendamente buenos, y al final, aunque hayamos ganado, los triunfos suelen olvidarse pero las experiencias quedan de por vida”.
La atleta vasca, especialista en carreras de montaña de ultra-trail, añadía que “ha sido otra manera de competir, por relevos, algo diferente que me obligaba a recuperar entre tramos y además mantenerme activada. Es un formato muy diferente a lo que hago habitualmente, además aquí el componente de estrategia de equipo y descanso es fundamental. Me ha encantado”.
Por su parte, el plusmarquista nacional de los 3000 metros obstáculos y subcampeón europeo de la especialidad, Fernando Carro, comentaba que “Red Bull Buen Camino es una disciplina distinta a la que estoy habituado, eso me ha obligado a adaptarme al medio, a la montaña. Lo he conseguido gracias a mis compañeros de equipo, que me han orientado a la perfección. He aprendido mucho, a ser un peregrino, un caminante, y gracias a este aprendizaje me llevo una experiencia única. Hemos vivido en comunidad la esencia que transmite El Camino de Santiago pero desde un carácter deportivo y competitivo. Ha sido una fusión magistral que he disfrutado mucho con el equipo. ¡Me han cuidado todos muchísimo!”, apuntaba el madrileño.
Los 35 equipo inscritos recorrieron un trazado con un total de 314 kilómetros y 17100 metros de desnivel acumulado a lo largo de una orografía tan hermosa como dura, la primera senda conocida de El Camino, aquella que tomó Alfonso II en el siglo IX para visitar el sepulcro del apóstol Santiago.
La primera etapa con inicio en la plaza de la Catedral de Oviedo tuvo, un recorrido de 98 km hasta la localidad asturiana de Pola de Allande; el segundo envite, 120 km, llegó hasta Lugo y la tercera y última jornada, de 99 km, culminó en Santiago de Compostela, con un tramo neutralizado desde el Monte do Gozo en el que todos los miembros del equipo corrieron juntos hasta los pies de la emblemática plaza del Obradoiro.
Felicidad, alegría, sonrisas e incluso algunas lágrimas de emoción se han vivido en los kilómetros finales de Red Bull Buen Camino, en especial en las mágicas llegadas de los equipos a los pies de la imponente catedral de Santiago de Compostela. Y es que no todos los días uno tiene la oportunidad de convertirse en peregrino a base de zancadas y con el dorsal colgado del pecho.
Red Bull Buen Camino se presenta como un evento único y diferente, un reto mayúsculo para el que además de una preparación física excelente se necesita una estrategia de equipo, una adecuada gestión de los recursos y el descanso, y una planificación de los tramos a realizar por cada corredor. Su original formato lo convierte en un desafío de gran atractivo para todo tipo de deportistas, no sólo corredores de montaña, sino también atletas de pista, maratonianos, triatletas o andarines y montañeros en busca de una chispa de competición.