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Disfrutando de la Traveserina de Picos de Europa

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Hoy os traemos la crónica de Lola en la Traveserina de Picos de Europa.

«Una semana regalando sonrisas por Asturias y, ya que estamos, no vamos a quedarnos quieta! Nos venimos a hacer la Traveseriña, 44km con 6900 acumulados, la hermana pequeña de la Travesera. Quién haya estado en Picos de Europa sabe de qué voy a escribir. 


Cuando aún no corría ni 10 minutos seguidos y ya estaba inscrita a la Transgrancanaria, quien me siga sabe de qué hablo, decidí apuntarme a esta carrera (aqui podéis leer mi crónica). 

A primero de año, concretamente el día 1 de enero, se abrió la inscripción. En mi opinión, esta es una de las carreras más bonitas de España, principalmente por el terreno en el que se realiza (Picos de Europa). Una carrera para unos pocos privilegiados, concretamente 300 que entramos en sorteo, resultando elegido mi número para realizar la pequeña de las pruebas si queremos ponerle un adjetivo, porque realmente de pequeña tiene muy poco. 


Me fuí unos días antes para estar por Arena de Cabrales y Sotres, y así ya vivir el ambiente montañero que se respira por toda la zona. Allí coincidimos más corredores de Málaga, con los que pasé unos días estupendos. 


El día de la carrera sólo tenía ganas de empezar ya! De subir al Refugio y ver el Pico Urriellu. Salimos desde Sotres a 1040m de altitud, allí me di cuenta enseguida que era de las pocas que no llevaba bastones. Estos después se echan en falta, los recomiendo para este tipo de carreras, la subida a Vega de Urriellu desde Bulnes es muy técnica y con bastante desnivel en tan pocos km. 


Cuando empecé a subir iba hablando con todo asturiano que podía! Cómo animan y ayudan a los que venimos de fuera, no pararon de darme consejos, ánimos y risas durante la larga subida. Todo tiene su final y su recompensa, es increíble cuando vas entrando en zona de nieve y el camino se estrecha para llegar al refugio. Algún que otro traspiés me di en la nieve, pero todo es levantarse y seguir. Las bajadas casi todo era terreno técnico, excepto algunos metros de carril que enganché de llegada al pueblo. Después de una circular que te lleva de nuevo a Sotres comienza una subida a Collau Fuente Soles, terreno menos técnico que el anterior pero que no deja de ser duro. 


Toda la carrera me la pasé diciendo la misma frase: ¡¡Por Dios qué bonito!! ¡¡Qué verde está todo!! Es lo que tiene ser del Sur. 


La última bajada es dura y, al ser una calzada romana empedrada, se hace aún más. Llegando con piernas se hace, pudiendo disfrutar de los últimos kilómetros escuchando la megafonía de fondo. 


Llegas a Arenas de Cabrales y bajas unas escaleras de madera que te hacen entrar en el asfalto, donde unas vallas y cintas te guían a meta, es el momento en el que se van tus pies llevándote hacía el arco de llegada. El pueblo está en la calle animando, los niños te van chocando la mano y, de colofón, todos los corredores que terminan están en la última curva animándote y gritando ¡¡Los pelos de punta al cruzar la meta!!


No lo dudo nunca… Merece la pena agarrarte a la vida, perder cinco minutos reteniendo las imágenes en tus retinas y poder decir: ahí estuve yo.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Esther

    Eres fuertemente como un roble Lo la Bezper

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