La idea de este artículo nace cuando nuestra compi Mari nos cuenta que esta embarazada y que durante unos meses, su actividad deportiva bajará un poquito el ritmo y sus retos deportivos para este año, se trasladaran unos meses en el tiempo.
De pronto se nos ocurre que puede ser un buen articulo para acercarnos a todas como vive esos 9 meses una mujer que hace deporte con regularidad a nivel popular y como no hace falta dejar de practicarlo, sino simplemente adaptar nuestro ritmo, nivel y actividad a esta nueva situación, porque como siempre dice Mari, «estamos embarazadas, no enfermas».
Así surgen estos artículos, donde nuestra compi, nos cuenta como su cuerpo va experimentando distintos cambios y como va adaptando su nivel de actividad a ellos.
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Recordando siempre que no haya ningún peligro para el feto ni la madre, ni ninguna contraindicación médica,
Esperamos que os gusten[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=»» row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»full_width» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern» z_index=»»][vc_column][qode_accordion style=»toggle»][qode_accordion_tab title=»EMBARAZO Y DEPORTE: ULTIMOS MESES» title_tag=»h2″][vc_empty_space][vc_column_text]
En esta segunda parte del artículo de la relación del deporte con el embarazo partimos ya de los cinco meses y medio hasta las ocho y medio (34semanas) que ya estoy.
Si, son ya ocho meses y medio, pero aún me queda ya que los embarazos son de 40 semanas si no se adelanta.
Desde los cinco meses y medio la barriga ha ido creciendo progresivamente, no como al principio que fue todo más lento, o al menos eso pareció. Ahora si se nota que el bebé va cogiendo peso y longitud por semanas, incluso a veces parece que por días. Pero probablemente gracias a toda la actividad deportiva que estoy teniendo y al deporte previo realizado, que algo ayudará, solo he engordado de barriga; parece que llevo una “pelota redonda ahí metida”.
Hasta bien entrada el verano no hemos tenido buen tiempo y como este año ha habido bastante nieve he podido aprovechar para que una de las actividades realizadas siguiese siendo las raquetas de nieve. Es muy gratificante y con riesgo muy bajo puesto que es caminar sobre la nieve, siempre teniendo cuidado porque sabemos que es un medio resbaladizo. Lo único que noto es que no puedo llevar los mismos ritmos que antes de estar embarazada o incluso que al principio del mismo y las cuestas se notan, pero que el bebé siga creciendo no es un impedimento.
Otras de las actividades que he realizado con bastante frecuencia ya que los días no acompañaban ni para salir a caminar ha sido la bici en el rodillo de casa. Con respecto a esto he de decir que es una de las actividades que, si podéis y tenéis los medios, van muy bien porque no hay riesgo de caída y no solo se trabaja a nivel aeróbico sino también muscular beneficiando así a otros muchos sistemas.
Por otra parte pensareis que con el aumento del perímetro abdominal será más complicado montar en bici puesto que la posición de ir inclinado hacia delante nos puede ser molesta, pero no lo es aunque todo depende de cada persona; yo os cuento mi experiencia y desde mi punto de vista. Tal vez podréis notar algo de molestia con el sillín si las sesiones son muy largas o si la consistencia del mismo es muy dura, aunque antes de estar embarazada no os lo pareciese, pero toda la anatomía de la pelvis va cambiando.
Vamos a por otra actividad que estoy realizando y que se está convirtiendo en una de mis favoritas incluso para practicar a posteriori. Caminar a ritmos rápidos, ya sea en plano o con más desnivel y siempre por la montaña.
Dependiendo del tipo de ruta algunos días incluso me llevo los bastones que uso para correr para que me ayuden, tanto para bajar como para subir. En mi caso particular los paseos están siendo por la montaña porque estoy acostumbrada a ella y aunque haya piedras no es un inconveniente, hay que ir con más precaución de lo habitual para no tropezar y sin problema, pero para las que no estéis habituadas al medio se puede hacer lo mismo pero en zonas con el firme asfaltado o losado.
Esta actividad es muy satisfactoria porque sientes que no pierdes la forma del todo y además ayudas a que todo vaya mejor en el embarazo. Una cosa más a favor es que lo puedes compartir con tu pareja. En mi caso se está involucrando mucho y me acompaña todos los días en mis paseos, también le está cogiendo el gusto.
Por último y no menos importante es la natación. Cuando tenía que entrenarla por el tema del triatlón iba con mucha pereza porque es mi peor segmento dentro de dicha competición, pero ahora lo veo de otra manera, incluso beneficioso para cuando vuelva a competir. En este medio sí que disminuimos casi al 100% todo tipo de riesgo, aún desde la mitad del mismo en adelante.
De hecho es una de las cosas que más recomiendan los médicos. Yo sigo nadando bastantes metros e intento que sea por lo menos tres veces a la semana. Lo único que he notado con el avance de los meses, es que por el cambio en la biomecánica del cuerpo nado más cómoda con el pull buoy colocado entre las piernas en la parte superior. También hago ejercicios con las aletas para beneficiar el movimiento de la pelvis. Siempre con una aleta corta.
A parte de estas cuatro actividades, que se convierten en tres en el momento que no hay nieve, también hago ejercicios de propiocepción en casa con diferentes elementos, estiramientos, movilidad de todas las articulaciones, tanto miembros superiores como inferiores sobretodo, ejercicios de respiración y algo muy interesante como es el trabajo con la pelota de pilates.
Esto último no solo es muy útil desde el punto de vista terapéutico sino que puede usarse para aliviar algunas molestias que pueden aparecer durante el embarazo ya que es una superficie blanda. Lo único que hay que tener en cuenta es que si no habéis usado nunca una pelota de estas características al principio tenéis que tomar ciertas precauciones y que vuestra pareja os ayude por si perdéis el equilibrio; pero pronto cogeréis la dinámica y lo podréis realizar solas.
Desde mi experiencia personal estoy llevando un embarazo sin ningún tipo de molestias y me encuentro muy bien; incluso ahora que llevo una mochila delantera incorporada no me siento nada pesada. Ahora con el calor todo el mundo me pregunta que si lo llevo mal al ser lo último y por todos los problemillas que pueden aparecer como son las piernas hinchadas, varices y un largo etc, pero nada de eso y todo gracias a que estoy llevando una dinámica deportiva; todos los días hago algo e incluso doblo.
También puedo hacer todo esto porque es un embarazo normal y sin riesgos, pero como digo siempre cada persona es un mundo.
Por esto y mucho más os animo a todas a que hagáis ejercicio durante este estado que dura 40 semanas. No solo disfrutareis más de todo el proceso sino que se os hará más corto porque os encontrareis mucho mejor que sin hacer nada. De hecho también ayudará en el momento del parto puesto que todo está más flexible y movible, pero ese capítulo será el siguiente.
Por último no olvidéis esta frase “estamos embarazadas, no enfermas”.
mcaragon[/vc_column_text][/qode_accordion_tab][qode_accordion_tab title=»EMBARAZO Y DEPORTE: PRIMEROS MESES» title_tag=»h2″][vc_empty_space][vc_column_text]Hoy queremos traeros un articulo que nos parece interesante y dado que estamos de enhorabuena ya que nuestra compi Maria está embarazada, vamos a seguir con ella esta nueva experiencia y a conocer de primera mano como adapta su día a día deportivo al embarazo.
Lo primero es decir que en su caso no hay ningún peligro ni ninguna contraindicación médica, realizar deporte estando embarazadas nos va a ayudar a llevar mejor el día a día, siempre que adaptemos las actividades y su intensidad a nuestra situación.
Vamos con los primeros meses.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_single_image image=»16923″ img_size=»medium» qode_css_animation=»»][vc_empty_space][vc_column_text]«Soy una persona con una actividad deportiva bastante intensa, practicante de un amplio abanico de deportes como son el triatlón, que ya engloba tres disciplinas, natación, ya sea en piscina o aguas abiertas, bicicleta, de carretera o de montaña, y carrera, por montaña o asfalto, este último no me gusta tanto y lo practico solo si es estrictamente necesario, el asfalto me aburre; esquí alpino, este año empecé con el nórdico, raquetas de nieve y todo lo que algún amigo me proponga.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_gallery type=»image_grid» images=»16910,16911,16912″ img_size=»medium» onclick=»img_link_large» custom_links_target=»_blank» column_number=»3″ grayscale=»no» images_space=»gallery_with_space»][vc_empty_space][vc_column_text]Cuando tienes que preparar alguna prueba en concreto los entrenamientos son muy estrictos y pautados, y además de ello adaptarlo a los horarios de trabajo, pero aun así sacas tiempo de donde sea. La historia cambia cuando te planteas ser mamá y sabes que tu actividad deportiva va a estar muy disminuida pero hasta que no llega no eres realmente consciente.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_single_image image=»16913″ img_size=»medium» qode_css_animation=»»][vc_empty_space][vc_column_text]Cuando te planteas intentar quedarte embarazada ya no tienes objetivos de temporada y los entrenamientos cambian, ya no son tan planificados y aún no hay prohibiciones así que practicar bici de montaña, natación, esquí o carrera por montaña sigue estando dentro de mi diario de deporte. La cosa cambia bastante cuando ya sabes que lo estás aunque el chip de la cabeza aún no. Los médicos te recomiendan que no hagas deportes en los que puedas recibir impactos o caídas, y entre ellos está la carrera. Aunque se haga de manera controlada en sitios donde no hay riesgo de tropezar o incluso en cinta la recomendación del médico de no hacerlo es porque debilitamos el suelo pélvico aún más de lo que se debilitará durante el embarazo.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_single_image image=»16914″ img_size=»medium» qode_css_animation=»»][vc_empty_space][vc_column_text]Como he dicho en el párrafo anterior cuesta cambiar el chip y a mí me ha costado mucho, sobre todo en los primeros meses que aún te encuentras fenomenal y como si nada estuviese cambiando dentro de ti. Ya sé que los tres primeros meses son los más delicados y que para muchas personas son los peores porque les da mucho sueño, vómitos o mucho cansancio, pero no me ocurrió nada de eso y estaba como si nada. He de reconocer que alguna salida controlada con la bici de montaña o alguna carrerita si hice, e incluso hice esquí alpino a otro nivel del que suelo hacerlo, pero probablemente mal hecho por mi parte.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_single_image image=»16916″ img_size=»medium» qode_css_animation=»»][vc_empty_space][vc_column_text]Lo comento tan claramente porque seguramente no vuelva a hacerlo de la misma manera en otro embarazo y, por supuesto, no lo toméis como ejemplo a seguir.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_single_image image=»16915″ img_size=»medium» qode_css_animation=»»][vc_empty_space][vc_column_text]Llegados los tres primeros meses mi cuerpo aún me pide deporte a las mismas intensidades de antes y pararme a pensar y decidir que tengo que bajar una marcha me cuesta tanto que mi humor cambia, supongo que las hormonas también ayudan, pero vas asimilando que hay una vida dentro de ti y asumes que no es tan malo puesto que puedes seguir haciendo deporte[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_single_image image=»16917″ img_size=»medium» qode_css_animation=»»][vc_empty_space][vc_column_text]El rodillo con la bici, la natación y los paseos por la montaña a ritmos rapiditos son ahora mi principal actividad, aunque también hago raquetas de nieve, que al fin y al cabo es caminar pero en un medio distinto y con otro material.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_gallery type=»image_grid» images=»16927,16929″ img_size=»medium» onclick=»img_link_large» custom_links_target=»_blank» column_number=»2″ grayscale=»no» images_space=»gallery_with_space»][vc_empty_space][vc_column_text]
También he realizado algo de esquí nórdico, pero como son los comienzos tuve una profesora que estuvo conmigo en todo momento y la situación estuvo controlada.
Cuando ya no conté con su presencia hice lo básico sin bajadas complicadas porque, desde mi punto de vista, no es un deporte muy recomendable para las embarazadas puesto que el riesgo de caída, así como en el alpino, existe y es probable, ya sea por un error tuyo o por un error de los demás en el caso del alpino.
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_single_image image=»16928″ img_size=»medium» qode_css_animation=»»][vc_empty_space][vc_column_text]Desde el quinto mes la barriguita empezó a crecer, antes no se me notaba nada. Ahora ya se siente al bebé, aunque en realidad lo llevo sintiendo desde la semana diecisiete. Y pensareis que la prescripción del médico con respecto al deporte ha cambiado, pero no es así, todo sigue igual porque el embarazo sigue un curso normal y sin riesgos. Probablemente fuese de otra manera en caso de alguna complicación pero os hablo de cuando todo marcha bien.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_single_image image=»16926″ img_size=»medium» qode_css_animation=»»][vc_empty_space][vc_column_text]Ahora mismo son cinco meses y medio y en dos semanas se nota como el perímetro abdominal ha crecido, pero eso no es impedimento para seguir haciendo deporte a intensidades medias. Noto que me canso más que antes, pero todo se está comprimiendo y es normal esta sensación.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_gallery type=»image_grid» images=»16925,16923″ img_size=»medium» onclick=»img_link_large» custom_links_target=»_blank» column_number=»2″ grayscale=»no» images_space=»gallery_with_space»][vc_empty_space][vc_column_text]
Ya estáis viendo la total compatibilidad del deporte con el embarazo. La actividad ayuda a que algunas cosas que suelen aparecer en las embarazadas como son las piernas hinchadas, aumento de peso excesivo, varices y un largo etc no ocurra, aunque cada persona es un mundo.
Os iré contando la evolución hasta el final y tened en cuenta esta frase: “estamos embarazadas, no enfermas”, así que moveros y haced deporte».
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